Cada 10 de septiembre conmemoramos el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, una jornada esencial para subrayar la importancia de que los profesionales de la salud mental identifiquen y traten el riesgo de suicidio con la urgencia que amerita. En Perú, esta problemática es alarmante, afectando de manera significativa a nuestros jóvenes y a las comunidades rurales. Es la segunda causa de muerte entre los peruanos de 15 a 29 años, con 391 casos y 2,121 intentos de suicidio registrados en el 2023, según datos de SINADEF. La depresión es un factor determinante en esta crisis, y la falta de acceso a servicios de salud mental en zonas alejadas y desfavorecidas agrava la situación. Es imperativo que los profesionales de la salud estén preparados y bien formados para abordar este desafío.
Identificación de Signos de Alerta
Los profesionales deben reconocer señales de riesgo como cambios en el comportamiento, aislamiento, desesperanza y pensamientos suicidas, considerando el contexto cultural y social del paciente.
Herramientas y Estrategias de Intervención
Autocuidado Profesional
Dado el impacto emocional del trabajo, es vital que los profesionales cuiden su bienestar mediante supervisión clínica y apoyo entre colegas.
El Día Internacional de la Prevención del Suicidio es una oportunidad invaluable para perfeccionar nuestras prácticas y habilidades. La formación avanzada, como el "Programa Ejecutivo en Intervención Clínica en Depresión", es esencial para abordar casos complejos y optimizar los resultados terapéuticos. Trabajando juntos, podemos hacer una diferencia profunda y duradera en la vida de quienes más lo necesitan.